Reciclaje y educación ambiental para los niños

La educación ambiental de los niños será fundamental paracontar, en el futuro, una población más sensible a los temas ambientales.

Los expertos subrayan la importancia de educar a los niños en el cuidado del medio ambiente. Si desde temprana edad los orientamos hacia las mejores prácticas para cuidar el mundo que nos rodea, habrá más oportunidades de sensibilizar a los jóvenes hacia una actitud correcta hacia el medio ambiente. Este objetivo se puede lograr gracias sobre todo a como actuamos los adultos, partiendo de los ejemplos más sencillos, pero útiles para desarrollar una conciencia ecológica.

Los padres enseñan a reciclar

Los padres son ciertamente necesarios para educar a los niños en el respeto al medio ambiente, pero los mejores resultados se consiguen cuando se les une todo el mundo adulto que les rodea, desde los profesores hasta la familia y los amigos.

La escuela, en este sentido, es muy importante para mejorar la relación entre los niños y el medio ambiente, ya que los jóvenes pasan gran parte de su vida allí. Por esta razón, las Naciones Unidas se han comprometido a difundir proyectos que desarrollen entornos escolares cada vez más sostenibles y respetuosos con el medio ambiente.

El maestro como ejemplo

Los niños imitan y repiten gestos y comportamientos de quienes los rodean, especialmente si son personas que toman como punto de referencia. Por esta razón, la educación ambiental parte de los ejemplos dados por los más grandes. Por lo tanto, evitemos arrojar o dispersar residuos , es hora de reciclar y evitar  dejar encendidas las luces o los grifos de agua sin motivo alguno.

La conciencia del medio ambiente entre los niños es una práctica educativa que debe seguirse todos los días, con perseverancia y paciencia. Es necesario repetir una serie de comportamientos correctos que, a medida que crecen, se convertirán en acciones normales para que los niños las lleven a cabo.

Por ejemplo, si desde una edad temprana se enseña que no se debe desperdiciar agua y jabón al lavarse las manos, esto se convertirá en un hábito que el niño seguirá incluso cuando sea adulto.

Enseñar hábitos ecológicos simples y prácticos

contenedores para reciclar
fuente: solocontenedores.com

Respetar la naturaleza y el medio ambiente no significa convertirse a toda costa en un profesional o en un activista medioambiental. En la vida cotidiana basta con seguir unas sencillas reglas que, además de proteger el medio ambiente y ayudarnos a ahorrar algo de dinero, serán muy útiles para la educación ambiental de los niños.

En primer lugar, debe evitar el desperdicio de agua y energía, apagar los electrodomésticos y las luces cuando no los necesitamos y evitar abusar del uso de la ducha. Cuando vamos a comprar las bombillas, nos llevamos a nuestros hijos con nosotros y, como si fuera un juego, les hacemos entender que es bueno comprar lámparas de bajo consumo. Cuando salgamos, no usemos el auto todo el tiempo.

De esta manera, los niños se darán cuenta de que además del coche hay transporte público para desplazarse y, alternativamente, la bicicleta o un agradable paseo, saludable para ellos mismos y para la naturaleza que los rodea.

Una visita a un centro de reciclaje

Que los peques visiten con la escuela o con sus padres un centro de reciclaje con sus propios ojos donde todos los residuos que producimos cada día terminan y observar personalmente el resultado de esta acumulación de residuos, hará que los niños comprendan lo importante que es consumir menos y reciclar más.

Si no ee gusta el viaje, prueba este experimento igualmente significativo: mantén a un lado la basura producida por la familia durante una semana, luego muéstrasela a los niños e invítalos a reflexionar sobre la cantidad de basura que normalmente tiran.

Los residuos orgánicos

Los alimentos también son importantes en la educación ambiental de los niños: los desechos de alimentos, de hecho, dañan mucho el medio ambiente. Por eso es importante introducir a los jóvenes en el consumo de productos locales y de temporada que no se almacenan en envases difíciles de desechar como residuos. En cuanto al tema de los residuos, el reciclaje es una de esas prácticas que los niños deben aprender desde el principio.

En primer lugar, se le debe enseñar que un producto debe usarse con moderación, para que dure más tiempo y no sea desechado cuando todavía está seminuevo. Cuando ya no sea utilizable, entonces será una buena idea recurrir a la práctica del reciclaje. Los contenedores de colores para reciclaje también se pueden utilizar en casa, para que el niño entienda inmediatamente cómo realizar la recogida selectiva.